Ir a Terapia es….

Pues muchas cosas.

Pero para mí, tal vez la más importante sea el dejar de mal-tratarnos a nosotras mismas. Algo a lo que estamos muy acostumbradas… Y me explico:

A las Mujeres se nos enseñó, ya siendo niñas, a machacarnos ante el más mínimo error, a no pasarnos ni una a nosotras mismas. Y por supuesto, a ser «modestas»: es decir: a no reconocer nuestros logros, ni permitir que nadie nos gratifique por ellos.

Crecer en estos parámetros hace que desarrollemos una parte muy autocrítica, una voz interior que en muchas ocasiones nos mal-trata («eres una mala madre», «nunca haces nada bien», «deberías esforzarte más», «tienes que tener todo bajo control o será un desastre»…. etc).

Esta parte nace con un objetivo protector: evitar errores, cuidarnos, etc…. Pero sin duda, acarrea un gran sufrimiento en nuestra Vida cuando ocupa mucho espacio.

Tal vez ha llegado el momento de decirle a esa parte que muchas gracias, pero que ahora ya no nos hace falta…. Y dejar de machacarnos.

Otra de las cosas que me parecen fundamentales de la Terapia, es lo que gana una en grados de libertad!!!

Nos pasamos la Vida presas de ciertos automatismos de los que creemos que no nos podemos librar.

Nos han enseñado a «tirar pa’lante», a «olvídalo, ya pasó», a «no hay que remover el pasado»…. y vamos acumulando mucho lastre, que nos dificulta avanzar hacia donde queremos.

Para mí, una de las cosas más potentes del proceso terapéutico es la libertad que genera ir limpiando y cerrando heridas, ir soltando lastre, dejar de vivir en automático para poder pararnos a tomar nuestras propias decisiones.

Y todo eso es un proceso que lleva su tiempo, y para el que hay que estar bien acompañada.

Si quieres, te acompaño. Contacta conmigo

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