En nuestra sociedad adultocéntrica, lxs peques no sólo no son escuchados, sino constantemente deslegitimados de sus sentires y saberes internos (que son muchos)
Las Mujeres, además, somos totalmente anuladas en la educación sexista del «ser por/para/a través de lxs demás»…. Y nos vimos obligadas a aprender desde bien pequeñas a fiarnos más de lxs demás que de nosotras mismas (cuestión de pura supervivencia). A mirarnos según nos ven. A sobrevivir a golpe de refuerzo externo..
Pero nuestras tripas no olvidan quienes somos, lo que sabemos, lo que deseamos o no queremos.
Y nos avisan constantemente….
¿Te resuena..?
Más tripas amigas! Confía, que tú sí que sabes…
Mis tripas no mienten
