Creo que es importante, cuando una se va a exponer tanto como lo hacemos en la consulta de una Psicóloga, que al menos sepamos dónde nos vamos a meter… Su formación, experiencia, enfoque, forma de trabajo…
Así que lo primero, por aquí voy a enlazaros a mi CV, que como veis, lo he realizado con mucho arte: englobar en 1 página 16 años de trabajo en el sector, no ha sido fácil! 😉
Pero claro, un CV no lo cuenta todo… Así que me he propuesto contároslo yo. Si os apetece conocerme más profundamente en el plano profesional, sentaros y sacad unas pipas, que vamos al lío. Vamos a hablar de Formación, Experiencia Laboral y claro que sí: también de Saberes más «profanos», que forman parte de mi manera de entender el mundo, y por tanto, de trabajar con personas.
Trataré de ser breve, pero no os prometo nada…
LA ETAPA DEL ARTE: Como ya os conté, vengo de una familia manchega, roja y pobre. Fui la primera universitaria, con un gran esfuerzo por parte de todos. Mi madre era Bailarina y tenía una Academia de Danza, con lo que desde bien pequeña me vi inmersa en el «negocio» familiar: atendía la oficina, daba clases a las pequeñas, ayudaba en los vestuarios ó la limpieza (Sí: «parentalizada» perdía 😉 ). Soy profesora de Bailes de Salón, Pilates y PreDanza. He realizado espectáculos en maravillosos Teatros de Madrid (cuanto tenían nombre de Teatro, y no de empresa capitalista: El Calderón, el Nuevo Apolo, el Teatro Madrid…). Durante ese tiempo hice Teatro, coreografié, dancé, presenté infinidad de Festivales y Saraos, y hasta hice de Regidora. Gestioné empresa y equipo, y aprendí que la INFANCIA es una etapa maravillosa a la que se le exige demasiado. A día de hoy, sigo bailando…
LA ETAPA UNIVERSITARIA: Elegí Psicología en primera opción, y me la dieron. La segunda era Historia del Arte, y la tercera, Filosofía. Debo decir que no fue una gran etapa: las macroclases con exámenes tipo test de la Complutense me hicieron sentir una verdadera ignorante. En el año que empecé la carrera, además, falleció mi padre súbitamente, lo que fue un gran impacto familiar. Quise dejar la carrera para ponerme a trabajar, pero mi madre me dijo que me peinara, que a estudiar. Seguí aburrida (la universidad no es tan divertida cuando te toca trabajar los findes de camarera para pagártela, y te pierdes todos los saraos…) hasta empezar la Especialización en Psicología Social, cuando la cosa empezó a coger interés. Me encantaron los últimos años, en especial el último, en el que con un gran esfuerzo por parte de mi madre, me pude ir de Erasmus a Helsinki. Fue, sin duda, mi mejor año en la Universidad: a pesar de mi pésimo inglés, las clases me parecían fascinantes. Hice mis prácticas allá en el «Centro Intercultural Caisa»: trabajando como «migrante» con población migrante. Fue un año maravilloso, en el que, obviamente, todo mi entorno aprendió a bailar Sevillanas y Salsa.. 🙂 Sigo conservando grandes amistades en muchos lugares del Mundo.
LOS AÑOS DE «NO ME ATREVO«: Pues ahí estaba yo, con mi carrera hecha y… cagada de miedo. No me veía capaz de atender a personas como Psicóloga. Durante 3 años trabajé en diversos sitios (de Administrativa, Bailarina, Secretaria, Gestora de Formación y un largo etcétera…). Durante esos años volví a la Universidad, a cursar las asignaturas de la Especialidad de Psicología Clínica, me formé como Educadora de Adultos Vulnerables (cómo odio esta palabrita), y como Psicóloga de Emergencias. Empecé mi proceso personal con mi primera terapeuta y supervisora durante muchos años: Isabel Herrero. Su mayor regalo fue donarme todos sus materiales profesionales cuando se jubiló: un gesto que me empoderó muchísimo. Sin ella nunca hubiera llegado a ser la Psicóloga que soy hoy. Gracias por tanto.
PRIMEROS PASOS: en 2005 arranqué con mi primera paciente en la Privada, y a la vez empecé un Voluntariado en una entidad, atendiendo a personas que se habían visto afectadas por el 11-M. Todo ello por supuesto, estableciendo sesiones de Supervisión con mi terapeuta, algo que nunca he dejado de hacer. La Supervisión y la Formación son parte cotidiana de mi trabajo. Parece que ahí me lo creí un poquito y….
POR FIN MI PRIMER CURRO EN UNA ONG!: Siempre estaré agradecida al MPDL, la entidad que me fichó como voluntaria, y que me dio mi primer trabajo. Confiaron en mí, y durante 6 años desempeñé distintas funciones en diversos proyectos:
Piso de Mujeres Inmigrantes Supervivientes de V.G. y sus peques. En este trabajo, empecé sin tener ni idea de feminismo, como os cuento aquí. La Feminista que me siento ahora, nació durante este trabajo, gracias a las maravillosas profesionales que me acompañaron y me enseñaron tanto. Y a las increíbles Mujeres a las que pude acompañar. Realicé funciones de Educadora, Psicóloga y Coordinadora
También trabajé y coordiné un CASI, cuando todavía funcionaban proyectos dignos para personas migrantes en la Comunidad de Madrid. Los programas de Ayuda Humanitaria fueron otro potente foco de aprendizaje, y de empezar a indagar en cuanto a Enfoque Transcultural, Migraciones y DD.HH.
EMBARAZO – BOOOM!: en 2011 me quedé embarazada de mi hija, Kumba. Fue una absoluta revolución, dejé el trabajo y me dediqué exclusivamente a sostener la academia de mi madre, que había fallecido un año antes. Tras 3 años de Acompañarla durante una enfermedad de Cáncer, hicimos un proceso precioso de reconciliación (ya sabemos los temitas que tenemos siempre con las madres), y mi pronta maternidad me llamó a recogerme y a conectar con la raíz. Pero ésto no había hecho más que empezar…
- 2 años después del nacimiento de mi hija, cerré el negocio familiar con mucho dolor, pero entendiendo que sin la presencia de mi Madre, no tenía mucho sentido. Yo era Psicóloga, y quería desarrollar mi profesión. Volví a buscar trabajo en el Sector Social pero ya estábamos en plena Crisis. Encontré un trabajo de 16hrs semanales en un Espacio de Igualdad, y arrancamos un proyecto muy personal, muy en consonancia con toda la revolución que me trajo mi Maternidad y mi hija: Enmadradas.
Fueron años preciosos, en los que me formé en Acompañamiento Respetuoso y Pedagogías Alternativas, Milité en una Escuela Libre y aprendí lo que significa formar parte de un colectivo. Puedo decir que La Maternidad me hizo resurgir cual Ave Fénix (con todas sus luces y sombras!!!). Mi Maternidad sigue siendo un motor vital a día de hoy, cuando mi hija tiene ya 9años. Mi Visión del Mundo ha cambiado totalmente. Os dejo aquí el último post que escribí sobre este ámbito.
- En 2015 me lancé a cumplir 2 de mis sueños: trabajar en una Escuela Libre, y vivir cerca del mar. Ninguna de las dos cosas resultaron ser como las había soñado, así que tras acabar el curso escolar, volví a Madrid, a reinventarme (una vez más!)
VUELTA A LOS MADRILES… Y A MI ESENCIA PROFESIONAL: Volví a Madrid triste y decepcionada, pero afortunadamente ahí estaban mis maravillosas gentes, que nos abrazaron a mi hija y a mí. Encontré rápidamente trabajo, retomé la consulta (la había mantenido vía on-line, para no dejar a medias los procesos de las personas con las que trabajaba antes de irme a Madrid), y en Enero de 2017 conseguí trabajo en CEAR, empezando así otra etapa en mi mundo, «el mundo de lo social», que es donde me encuentro en mi «Salsa». Fueron 3 años de increíbles aprendizajes en el campo de la Protección Internacional. Me especialicé en Trata de Seres Humanos y Protocolo de Estambul. Estoy formada en Enfoque Transcultural, y muchos otros aprendizajes que no figuran sobre el papel, pero que trabajando al lado de profesionales como las que he trabajado en esos 3 años, no se deben obviar. Gracias a mis compañeras, por tanto. Y gracias a todas las personas a las que atendí, que han sido mis mayores maestras. Trabajar desde la humildad y la escucha con personas de culturas diferentes a la mía me ha dado un expertise que no está en ningún máster. GRACIAS.
Y AHORA… QUÉ?: 2020 ha sido el año de los cambios… Y no hablo del COVID. Mis últimos dos trabajos (sí, he cambiado de trabajo 3 veces en 2020….) parecían perfectos para una Psicóloga Social: Solicitantes de Protección Internacional con Sufrimiento Psíquico Intenso, por un lado; y Atención a Menores supervivientes de Abuso Sexual Infantil, por otro.
Ambos trabajos los comencé llena de ganas e ilusión, y ambos también me han llevado a las mismas conclusiones: las/os profesionales estamos quemadas… Y no hay cuidados desde las Instituciones; lo que se traduce en una Estructura que violenta a las personas beneficiarias una y otra vez… Y así no se puede currar…
Así que… ahora mismo, ME DEDICO A PSICOKILLEAR A TIEMPO COMPLETO!!! Y veo que tengo mucho por hacer desde éste otro lugar….
(Actualización 2022: Y… AQUÍ SEGUIMOS! LPK ha experimentado cambios y se ha desarrollado a su propia manera… y creo que vamos para largo… 🙂 )